Llorar... llorar por amor, por amar y no ser amado, por no saber amar, por no poder amar a quien nos ama tanto. Por nuestra soledad. Al menos nos queda la alegría de saber que algún día nos vamos a morir.
Francisco Javier Olea, diseñador e ilustrador a tiempo completo. Hay algo que amo y algo que odio: Amo dibujar; lo hago desde que tengo conciencia. Y odio hablar de mi, así es que hasta aquí no más llego. Saludos, vuelvan cuando quieran y pasen por mi web www.franciscojavierolea.com
cada día más genial maestro!
ResponderEliminarA mi encanta el diseño y la idea, pero tú la has explicado demasiado... se entiende bien que estan asi porque la chica llora, no es necesario decirlo.
ResponderEliminarLlorar... llorar por amor, por amar y no ser amado, por no saber amar, por no poder amar a quien nos ama tanto. Por nuestra soledad.
ResponderEliminarAl menos nos queda la alegría de saber que algún día nos vamos a morir.
sólo para mentes muy muy rebuscadas...
ResponderEliminarjajajjaajaja, ¡me encantó!
ResponderEliminarPobre chica, ¿alguien puede hacerla dejar de llorar??? a ese paso subirá el cauce de los ríos y de los océanos.
la prioridad seria alcanzarle a ella un taque de oxígeno, no? jeje
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